jueves, 7 de octubre de 2010

Sujetos de observación

Descripción del local:
La iglesia que observamos se llama Virgen del Pilar. Esta se ubica en la avenida Víctor Andrés Belaúnde 160 en el distrito de San Isidro. La iglesia que pudimos observar es una de las más antiguas donde se celebran las eucaristías neocatacumenales. Por afuera se veía muy grande, se encuentra instalada en toda una esquina. La fachada de la iglesia es de cemento liso y tiene el aspecto de una iglesia antigua. La eucaristía que nosotras presenciamos no se celebra dentro de la iglesia. Esta se lleva acabo dentro de un salón especial que se encuentra en el quinto piso de un pabellón que esta al costado de la iglesia. Dentro del salón pudimos observar que tiene una forma peculiar. Este era rectangular de color blanco, pero el techo tiene la forma como la base de un polígono. Este representa al útero de la mujer. Y el altar donde se encuentra el padre representa la abertura.

Descripción de las personas:
De la misma forma, se pudo observar que la mayoría de personas que asistieron ese día a la eucaristía fueron mujeres y hombres mayores de 40 años aproximadamente. También se vio entre 10 y 15 niños. Pero lo que si resalto, es que sólo 6 jóvenes de aproximadamente 16 a 24 años asistieron.
Por otra parte, las personas que asistieron se veían que conformaban diferentes niveles socioeconómicos.  

Desarrollo de la eucaristía:
La misa neocatecumenal de la que fuimos participes espectadoras se dio el día 02 de octubre a las 6 de la tarde. Estas misas, normalmente, duran 2 horas.  En la parte de la adelante hay una mesa larga rectangular adornada con velas y flores. Posterior a eso está el lugar donde el padre se dirige a los oyentes y seguidores de la misa, ahí mismo se leen las lecturas de la Biblia por personas de las comunidades. Al comenzar la misa se canta una primera canción que anuncia la entrada del padre.  Al costado derecho del padre se encuentran las personas que hacen los coros y cantan durante toda la misa, en ocasiones utilizan el lugar del padre y de las lecturas para cantar. Algo peculiar de esta misa es que, tras ser  leído el  evangelio por el padre se realizan los llamados “ecos” donde cualquier persona de las comunidades puede pararse y comentar cómo es que la lectura llego a su vida o en ese momento que significa para ellos. Presenciamos como unos 5 ecos que personas distintas se paraban y pedían la palabra para dirigirse a Dios y a los oyentes. Había una persona con terno que alcanzaba el micrófono a los que pronunciaban los ecos. 
Posterior a eso, se realiza la eucaristía. Donde el padre relata la misma en forma de canto. La ostia, en esta misa, es pan sin levadura. Asistentes, personas de las mismas comunidades, bien vestidos, ayudan al padre a entregar el cuerpo de Cristo y, después, el vino.
Al terminar la misa, y salir el padre tras cantos, los fervientes fieles se acercan a la mesa y forman un circulo como bailando alrededor. 

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